Plan de Salvaguarda

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 Introducción

Los Gunadule somos un pueblo indígena milenario. En Abya Yala (a la que ahora llaman América) fuimos habitantes originarios de bastos territorios que a lo largo de la historia fueron reducidos a unas cuantas hectáreas. Somos poseedores de un conocimiento ancestral que nuestros abuelos han guardado en sus corazones durante siglos para entregarlo amorosamente a sus hijos e hijas a través de generaciones.
Este conocimiento, esta sabiduría, nos han dado las herramientas para generar una vida armónica con nuestra madre tierra y constituyen la principal razón de que hayamos sobrevivido a la barbarie de la conquista e, incluso de que hoy en día podamos guardar la esperanza de un futuro como pueblo indígena, a pesar de las adversidades y las agresiones que todavía hoy recibimos de los actores armados y de la sociedad mayoritaria.
Fuimos los primeros indígenas en tener contacto con los españoles en los dos primeros asentamientos permanentes que, según su propia historia, estableció el conquistador en la tierra firme, en nuestras tierras: San Sebastián de Urabá ( en el actual municipio de Necoclí, Antioquia) y Santa María la Antigua del Darién (en el actual municipio de Unguía, Chocó). De esas poblaciones originales hoy no quedan huellas. La respuesta de nuestros abuelos a la codicia y voracidad del español, fue una confrontación directa que en mucho marcó la historia del hombre blanco en Abya Yala.

Bajo las flechas de nuestros ancestros cayeron numerosos españoles en décadas de lucha, pero esa confrontación también significó la muerte de gran parte de nuestra gente: Aprendimos con dolor que la guerra es una falsa salida, demasiado costosa, para los conflictos de los hombres. A pesar de haber sobrevivido como pueblo, quedamos reducidos a dos pequeños territorios: Maggilagundiwala (Resguardo de Arquía) ubicado en el municipio de Unguía Chocó e Ibggigundiwala (Resguardo de Caimán Nuevo) ubicado entre los municipios de Necoclí y Turbo Antioquia. De haber sido una nación indígena numerosa, hoy sólo somos 1.968 Gunadule en Colombia.




En ese primer contacto con el “hombre de piel de balso pelado” ya reconocimos su ambición por las riquezas que duermen en la profundidad de la madre tierra y en especial las tristezas que su atracción por el oro producía. Esa misma ambición, que tantas desgracias ha traído a este mundo, no ha cambiado a través de cinco siglos y hoy volvemos a verla aparecer en un proyecto de explotación de carbón que promete ser la “nueva mina a cielo abierto más grande del mundo” y que de llevarse a cabo significará la muerte de nuestro último territorio Ibggigundiwala (Resguardo de Caimán Nuevo).
 
También vemos con preocupación las intensiones de llevar a cabo un proyecto de interconexión eléctrica y de abrir una gran via para conectar la carretera panamericana en nuestro resguardo de Maggilagundiwala (Resguardo de Arquía). Esas son hoy las grandes amenazas que de ser llevadas a cabo significarían la extinsión de la cultura Gunadule en Colombia después de tantos años de resistencia.



Otra lección que hemos aprendido después de cinco siglos de lucha y convivencia con el hombre blanco, es que cuando se establecen grandes proyectos o cuando se descubren recursos que son valiosos para los intereses de los poderosos, tarde o temprano los hombres de la guerra, llámense guerrilla, paramilitares, fuerza pública o cualquier otro nombre que puedan darle, vienen a sembrar el terror por la fuerza de las armas, bien sea para imponer esos proyectos o para impedirlos. 

Las guerras que hemos visto y padecido entre los hombres blancos siempre han estado relacionadas con las riquezas de la madre tierra a la que tratan como un objeto, como una mercancía y no como la sustentadora de nuestra existencia. 

La última guerra que hemos padecido en Colombia, ha recibido el nombre de “conflicto armado interno” y según la Corte Constitucional colombiana ha afectado de manera más dramática a nuestra gente que a cualquier otro grupo humano en el país. En el caso del pueblo Gunadule de Colombia las heridas han sido profundas: Más del 40% de nuestra población actual posee un familiar de primer grado que ha sido víctima de la guerra entre guerrillas, ejército y paramilitares. 

El último golpe que recibimos fue la masacre de nuestras autoridades llevada a cabo entre el 19 y el 22 de Enero de 2003 por paramilitares en el cerro sagrado del Taggarguna (Takar Kuna) en límites de Colombia y Panamá. Desde entonces los caminos ancestrales que nos permitían mantener contacto con hermanos gunadule de Panamá han permanecido cerrados y en los últimos meses fueron sembrados de minas antipersona, lo que constituye un peligro para cualquiera que intente transitarlos.

En nuestros territorios, tanto de Maggilagundiwala como Ibggigundiwala, hay tránsito constante de actores armados –legales e ilegales– que intimidan a nuestras comunidades, involucran a nuestros jóvenes, asedian a nuestras mujeres y constituyen un riesgo permanente para nuestra vida. En términos del hombre blanco: impiden la realización efectiva de cualquier derecho. La siembra de cultivos de coca por parte de los actores armados o de narcotraficantes también motivan su presencia permanente en los alrededores de nuestros resguardos y problemas para nuestras comunidades.

Después de un largo proceso histórico de evolución y desarrollo político, los hermanos colombianos han comprendido que el camino de sangre y exterminio que abrieron con todos los pueblos indígenas del continente y su posterior discriminación social negativa, sólo ha generado pobreza material y espiritual para toda la nación colombiana. Fue así como decidieron que la diversidad étnica y cultural que representa para la nación la existencia de 102 pueblos indígenas, además de los grupos de afrocolombianos y raizales que conviven con blancos y mestizos, es, hoy por hoy, una de las mayores riquezas de las que se puede preciar la república de Colombia. Así se estableció en el artículo séptimo de la Constitución Nacional.


Si se cumplieran las palabras de la constitución y las leyes, seguramente los conflictos que vive Colombia y el mundo en general no llegarían a proporciones tan abrumadoras, ni la madre tierra estaría en peligro, como está en estos momentos. Sin embargo esto no es así y por ello el mismo Estado colombiano ha reconocido por medio de la sentencia T-025 emanada de la Corte Constitucional el 22 de Enero de 2004, la existencia de un estado de cosas inconstitucional representado en las víctimas del desplazamiento forzado el cual es reconocido internacionalmente como un crimen de lesa humanidad.

En su posterior seguimiento a la Setencia T-025 la misma Corte ha proferido el Auto 004 el 26 de Enero de 2009 que los pueblos indígenas hemos recibido la mayor afectación como consecuencia del conflicto armado interno. Y por ello la Corte constitucional dio la orden de formular un programa de garantías para 102 pueblos indígenas y unos planes de Salvaguarda Etnica a 34 pueblos indígenas que, según la misma Corte, están en riesgo inminente de exterminio. Entre esos 34 pueblos nos encontramos los Gunadule. Para que nuestro Plan de Salvaguarda tenga la efectividad y el poder de proteger el legado cultural Gunadule deben tenerse en cuenta prioritariamente tres principios fundamentales:

  1. Para los Gunadule la tierra es nuestra madre y nuestros territorios ancestrales son sitios sagrados. Por lo tanto cualquier agresión e interferencia que reciban nuestros resguardos, bien sea de actores armados o de empresas legales que tienen interés en apoderarse de los recursos que hay en ellos, constituye una grave amenaza para la supervivencia de nuestro pueblo y de nuestra cultura.
  1. Poseemos una sabiduría ancestral y un vasto legado cultural que merece protección. Estos saberes desde los cantos sagrados, pasando por la medicina tradicional gunadule, hasta el conocimiento para la elaboración de nuestros tejidos (Molas, cestería, hamacas), han sido celosamente guardados y transmitidos por nuestros abuelos a sus descendientes, de generación en generación hasta nuestros días. Este conocimieto que constituye un tejido vivo cultural y espiritualmente, existe con el fín único y último de cuidar y proteger a la madre tierra. Garantizar que nuestros hijos e hijas reciban ese legado a través de un sistema de educación intercultural que valore y dignifique la identidad Gunadule frente a la de otros pueblos y culturas, en equilibrio con la educación occidental, constituye un factor de pervivencia que nos permitirá asegurar por muchos años el futuro de nuestra cultura en el concierto de los pueblos del mundo.
  1. La herida que infringen los actores armados a uno solo de los Gunadule es una herida de muerte para todo el pueblo Gunadule. Fuimos una nación próspera y pujante, que a la llegada de los conquistadores españoles contaba con territorios en todo el Urabá, en Taggargunyala (el Darién) y Amuggatiwal (Rio Atrato); nuestras comunidades eran numerosas hace 500 años y nuestra población se contaba por cientos de miles. Hoy estamos reducidos en Colombia a unos 1.968 gunadule distribuidos en los resguardos de Maggilagundiwala (Arquia: 568 personas) e Ibggigundiwala (Caimán Bajo: 997 personas; Caimán Alto: 403 personas). Cada vez que un actor armado amenaza, secuestra, recluta, asesina un gunadule, amenaza, secuestra, recluta o asesina a todo nuestro pueblo.
Y es por eso que llegamos hasta aquí, con el apoyo, asesoría y acompañamiento de la Organización Indígena de Antioquia, OIA, para la formulación de nuestro Plan de Salvaguarda Etnica. Y hemos trabajado con ahínco en la construcción de este documento porque guardamos la esperanza de que por una vez en nuestra historia común, las promesas y obligaciones de nuestros hermanos colombianos se honren y sean cumplidas para establecer una relación más armónica entre nosotros.

Aunque persisten los factores de riesgo por el conflicto armado en nuestro país y en nuestros territorios, sabemos que con el apoyo del Estado colombiano y una acción decidida de nuestro pueblo, podremos ofrecer nuestro saber ancestral para que construyamos un futuro incluyente y unas prácticas sociales que protejan a la madre tierra, devolviéndole la alegría que ha perdido por los malos tratos de la sociedad occidental.


Este documento que Usted tiene en sus manos, representa hoy en día, gracias a la honorable Corte Constitucional, una de las escasas oportunidades de fortalecimiento y protección, tanto para nuestra cultura como para los 1.968 Gunadule que aún vivimos en Colombia y nuestros descendientes.

Palabras de los
Sagla Dummagan Gunadule de Colombia.




RUTA GENERAL DEL PLAN DE SALVAGUARDA ETNICA NACION GUNADULE

Imagen de la primera reunión de los Sailas Dummagan de las comunidades Kuna de Ipkikundiwala y Makilakuntiwala con dirigentes de la Organización Indígena de Antioquia el pasado 20 de Septiembre de 2011

El proyecto para la formulación del plan de Salvaguarda Indígena Gunadule se ha formulado con la participación activa de las comunidades de nuestro pueblo y el liderazgo de nuestras autoridades tradicionales, los Sagla Dummagan, a partir de la institución cultural y ancestral del Onmaged, que podríamos llamar, para comprensión de los hermanos no indígenas, Congreso General.

Esta institución hace parte de nuestro legado ancestral y constituye el corazón o el alma de la fortaleza política y organizativa de nuestro pueblo, desde tiempos inmemoriales.

El proyecto de Plan de salvaguarda que presentamos hoy a Ustedes ha sido validado y construido a partir de las reflexiones colectivas de nuestras comunidades, reunidas en Onmaged entre el 25 y 26 de Abril en el Resguardo de Ibgigundiwala (Caimán Alto).



A partir de estos encuentros el Marco Lógico formulado y en ejecución por parte de la Organización Indígena de Antioquia OIA, tiene fundamento en diversos postulados o premisas que plantean nuestras autoridades tradicionales, los Sagla Dummagan de los resguardos de Magilagundiwala e Ibgigundiwala, que respectivamente han sido reconocidos tradicionalmente como Arquía y Caimán Nuevo por las instituciones estatales y las organizaciones sociales que en diversas oportunidades nos han dado apoyo y acompañamiento.


Estos postulados filosóficos y espirituales que orientan nuestro trabajo son:

1. Respeto y amor por la Madre Tierra (Fundamento por el territorio). Todas las acciones para preservar la cultura son acciones para cuidar a la Madre Tierra, por eso debemos tener presente la sabiduría ancestral y los cantos sagrados como punto de partida de cualquier Plan de Salvaguarda Etnica Gunadule.

2. Equilibrio entre lo interior y lo exterior de la cultura. El desarrollo de las actividades de formulación del plan de salvaguarda deberán siempre preservar el equilibrio del trabajo hacia el interior de nuestras comunidades y hacia el exterior de nuestro pueblo, o sea hacia el Gobierno Nacional. (Resolvamos las necesidades del Estado respecto a la sentencia de la Corte Constitucional a la vez que propiciamos una reflexión interna en nuestra gente respecto a las mejores estrategias para garantizar nuestra pervivencia cultural bajo la iniciativa propia, basándonos en la sabiduría de nuestra propia cultura y en los derechos que tenemos frente a los hermanos mestizos como pueblo indígena originario de este continente y este país).

3. Trabajo incluyente. Los trabajos de búsqueda de información y diagnóstico deben considerar la voz de todos los grupos de población de nuestro pueblo, dando prioridad a las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores, recogiendo de esta manera el espíritu de la declaración del Onmaged Dummad Nanmagaled Cantamos para no Morir (Congreso General de la Cultura) de la Nación Gunadule realizado en Ibguigundiwala(Caimán Nuevo) en el año 2008 que ustedes pueden consultar en nuestra página WEB www.kunatule.co

4. Protección antes que seguridad. Nuestro trabajo y nuestra reflexión privilegia el concepto de Protección sobre el de Seguridad. Seguridad es un concepto que alude a condiciones objetivas y externas, mientras que protección alude fundamentalmente a las fuerzas espirituales internas y de la naturaleza y a una relación con la madre tierra que nos recuerda que somos sus hijos. Como la madre protege a sus hijos nosotros buscamos la protección de nuestra madre tierra en nuestro plan de salvaguarda etnica.



Con base en estos postulados fundamentales el pueblo Gunadule en Colombia desarrollará en los próximos meses con el apoyo y orientación de la Organización Indígena de Antioquia, la formulación del plan de Salvaguarda a través de las siguientes actividades:




Fase 1. Preparación.

1.1. Encuentro Nacional de Autoridades Gunadule. Ya realizado en Ibguigundiwala
(Caimán Bajo) en el mes de Septiembre de 2011.

1.2. Reunión del equipo de trabajo. Realizado en Medellín en dos momentos: 1) Los días 20 y 21 de Septiembre y los dias 1 al 5 de Octubre.

1.3. Mesa de Instalación del Plan de Salvaguarda. Realizado en dos momentos: 1) Onmaged Magilagundiwala los días 12 y 13 de Octubre pasado. y 2) Acto protocolario en la ciudad de Medellín el dia 24 de Octubre.




Fase 2. Diagnóstico y trabajo de campo.

2.1. Onmaged Dummad Sunmaggaled (Encuentros Comunitarios). Congreso General Politico-Administrativo. Se realizarán dos encuentros por cada comunidad para adelantar una reflexión colectiva, donde nazcan las propuestas de acciones y políticas de defensa de la cultura y el territorio, que alimenten el Plan de Salvaguarda Gunadule. El primero en el mes de Noviembre y el segundo en el mes de Diciembre o Enero dependiendo del avance de las actividades de diagnóstico.

2.2. Anmal Bulaggua Binsaged o Minga de Pensamiento. Conversaciones en la casa de congreso con grupos de comunidad como jóvenes, profesores, líderes comunitarios, niños y mujeres. Se realizarán actividades tanto de construcción colectiva como prácticas pedagógicas a partir de las cuales conversar en el Onmaged Nega o la casa del congreso las ideas fundamentales para incorporar al Plan de Salvaguarda. Por ejemplo se realizarán recorridos en el territorio con los sabios conocedores del arte de fabricar las flautas Gamu, Guli y jóvenes que aprendan esta labor con nuestros sabios.

2.3. Consulta a los Sabios. Esta actividad reemplaza a las entrevistas estructuradas y buscan obtener consejo y conocimiento de los mayores de las comunidades sobre iniciativas que estén estructuradas en nuestro conocimiento ancestral y colectivo que puedan ser útiles para la estrategia de Salvaguarda de nuestra cultura.

2.4. Encuesta sobre impacto del conflicto. Dando respuesta al apartado 8.7 del Auto 004 de 2009 emitido por la Corte Constitucional, diseñaremos e implementaremos un instrumento cuantitativo de encuesta, que dé cuenta del impacto que hemos recibido como pueblo por razón del conflicto armado interno en el país y por la implementación de megaproyectos en nuestros territorios.

Queremos que estos indicadores sirvan de referente para hacer el seguimiento y evaluación a la implementación del Plan de Salvaguarda Etnica bajo la responsabilidad del Gobierno nacional y para informar en el futuro a la Corte Constitucional de la evolución, estancamiento o retroceso en la situación de nuestras comunidades una vez se de inicio a la implementación del Plan de salvaguarda Etnica que vamos a formular.

Fase 3. Escritura, análisis y validación.

Esta fase constituye la sistematización y síntesis de la información recolectada, así como la validación con las comunidades y las Autoriades tradicionales del documento preliminar de Plan de Salvaguarda.

Se realizarán nuevos Onmaged para que las comunidades conozcan el contenido del texto, las fotografías y los videos que se presentarán a la Corte Constitucional como partes integrantes del Plan de Salvaguarda Etnica del Pueblo Gunadule en Colombia.

Nuestra cultura es eminentemente Oral, por lo que hemos decidido integrar al documento escrito final del plan de Salvaguarda, pequeños videos con mensajes de nuestras autoridades al Gobierno Nacional y la Corte Constitucional, para que llegue intacto el pensamiento de nuestros Saglas a los representantes del Gobierno y del Estado colombiano, relativo a lo que consideramos es lo fundamental del plan de Salvaguarda Etnica Gunadule.

Fase 4. Entrega, protocolo y difusión.

En varios eventos similares al de hoy, haremos una presentación formal de los resultados de nuestro trabajo y suscribiremos documentos de compromiso con las instituciones responsables por la implementación de nuestro Plan de Salvaguarda tanto en la ciudad de Medellín como en la ciudad de Bogotá.

Queremos convocar a todas las instituciones, funcionarios, organizaciones sociales y medios de comunicación para que nos acompañen a difundir nuestro esfuerzo que esperamos redunde en la protección efectiva de la cultura y el legado Gunadule.


Para ver todas las fotos: FOTOS EQUIPO DE TRABAJO